Sesquilingüismo

Estupenda reseña de José Antonio Millán del «manifiesto plurilingüista» de Juan Carlos Moreno Cabrera: De Babel a Pentecontés (título de tradición cristiana, que ha vuelto a poner en boga Benedicto XVI):

(La) obra plantea dos cuestiones, íntimamente relacionadas: el respeto a las lenguas llamadas minoritarias, y la propuesta de una convivencia basada en la habilidad para comprender razonablemente una lengua que sin embargo no se puede hablar. Es lo que él llama sesquilingüismo (creación nueva, a partir del latín sesqui, ‘medio’, para huir de la expresión semilingüismo, que tendría connotaciones negativas).

La reseña (beve pero enjundiosa) se titula «Romper la maldición» y es de lectura obligatoria.

Personalmente, contemplo con escepticismo las aplicaciones políticas reales que plantea el manifiesto (en especial para el caso de España), pero el concepto de sesquilingüismo me parece muy útil para gestionar adecuadamente biografías lingüísticas, portafolios, europases, e instrumentos similares.

Por cierto, Joaquim Llisterri ya se había hecho eco de este manifiesto en su bitácora.

6 pensamientos en “Sesquilingüismo

  1. No sé si se trata de un lapsus del autor o de una mala pasada del editor del texto, pero es estupendo (en el sentido etimológico) que la reseña, justo en el párrafo aquí transcrito, cometa un error tan patente sobre un étimo tan sencillo como el del prefijo culto «sesqui», que en latín no significa «medio» -eso es «semi»- sino «una mitad más», o «una unidad y media», como dice el DRAE.

    Precisamente por ello un sesquicentenario no es un cincuentenario, sino la conmemoración de los ciento cincuenta años de un acontecimiento. Incluso sería etimológicamente correcto -aunque no académicamente ortodoxo- decir que este año se conmemora el bisesquicentenario del nacimiento de Mozart, ocurrido en 1756.

    De ahí que el neologismo «sesquilingüismo» esté bien logrado por su autor, pues significa precisamente lo que se quiere denotar (conocimiento de una lengua y a medias de otra, como punto intermedio entre monolingüismo y bilingüismo), mientras que «semilingüismo» no es que fuera peyorativo, es que tendría otro sentido, si alguno, y referido en todo caso a una sola lengua. Por lo demás, el concepto que se quiere expresar como «semilingüismo» existe ya en la expresión acuñada «bilingüismo pasivo», aunque ésta se refiere más a la comunicación (cada interlocutor se expresa en su lengua y entiende la del otro) que al conocimiento en sí.

    PS. Habría colocado este comentario en el blog de JAM si hubiera encontrado alguna entrada adecuada para insertarlo. Espero, sin embargo, que JAM lo lea aquí y me dé la réplica adecuada, pues obviamente sabe mucho más de la materia que yo.

  2. Hola, José Manuel. En mi opinión, los dos tenéis razón, tanto Millán como tú.

    La explicación que das me ha gustado mucho, y es muy bienvenida en esta bitácora. Una de las funciones de la seccion de «comentarios» es precisamente la de fomentar el debate a través de la matización y la discrepancia. La tuya es una explicación de simposio universitario, y eso es estupendo. Gracias.

    José Antonio Millán, por su parte, es un excelente divulgador de cuestiones lingüísticas. Sus artículos en Babelia son magistrales, y siempre se detiene sobre obras importantes. Es un grandísimo divulgador a la manera anglosajona, nada pedante, ameno e inteligente, que hace llegar a un público amplio debates de lengua que hasta ahora eran patrimonio de unos cuantos santones académicos. A veces, como hacen todos los divulgadores científicos, por razones de espacio y de contexto, tiene que simplificar un poco. Pero la idea que transmite es clara y es correcta.

    Ojalá existieran más millanes en el mundo hispánico:
    http://www.google.es/search?hl=es&lr=&q=+site:www.elpais.es+millan+babelia

    En fin, que me quedo con los dos, cada uno en su momento y en su ámbito.

  3. Gracias EQ. No sé si lo del simposio universitario va con retranca, porque es obvio que carezco de formación a ese nivel en filología. Si la tuviera, habría sabido que «sesquilingüismo» es un término ya acuñado en sociolingüística y no una creación de Moreno Cabrera, como malinterpreté la reseña de JAM., y habría encontrado antes esta cita, que parece proceder de un temario de oposiciones a profesorado de lengua y literatura:

    «Hockett determinó como sesquilingüismo el monolingüismo productivo y el bilingüismo receptivo. Este hecho viene propiciado por el contacto entre hablantes de distintas lenguas con un núcleo lingüístico común y por el hecho de que la recepción pida menos capacidades que la producción. A pesar de todo, el sesquilingüismo puede darse sólo en individuos de una comunidad sin que ésta sea sesquilingüista en su totalidad. Este hecho se relaciona con el bilingüismo de solo comprensión lectora -así, los españoles podemos entender en mayor o en menor medida textos en portugués, pero la comprensión auditiva puede llegar a sernos francamente difícil.»

    http://www.educajob.com/xmoned/temarios_elaborados/8.htm

    No sé el tal Hockett, pero el autor del tema seguro, parecen estar describiendo la situación de las lenguas en contacto en España, no sé si como la que es o la que debería ser. Esto último se relaciona con la opinión, creo que de Unamuno, de que todo español culto debería poder entender -al menos- las tres/cuatro lenguas romances de la Península, ideal que comparto totalmente y que trato de poner en práctica en la medida de mis posibilidades.

    Por lo demás, me sumo al elogio de la labor de alta divulgación de JAM y dejo constancia, por si fuere menester, de que mi modesta precisión no pretendía poner en entredicho su mérito.

  4. No, no iba con retranca. No sé, quizá es esa «malafollá granaína» que a veces se me escapa sin darme cuenta. Lo que sí tengo muy clarito es que la divulgación lingüística y la investigación académica, aunque deben ser igual de rigurosas, se dirigen a públicos diferentes y responden a lógicas distintas. Y son igual de importantes, como bien saben en el ámbito anglosajón.

    Por lo demás, el enlace (y la cita) que nos traes a cuento es muy esclarecedora, ¿verdad? Creo que zanja el asunto «in bellezza» (que dicen los italianos).

    Y te lo agradezco mucho. Yo, por ejemplo, no sabía nada de Hockett hasta ahora, y la primera vez que oí hablar de «sesquilingüismo» fue en la reseña de Millán. Es algo que me llamó muchísimo la atencion, porque le ponía nombre a una idea que me ha rondado la cabeza desde siempre. Es como cuando no te sientes bien, y el médico va y le pone nombre a lo que te pasa. No sé, como que te sientes aliviado, más fuerte y menos solo.

    En cuanto a lo de Unamuno, ya somos dos. Hablo italiano y francés, pero el catalán, el gallego y el portugués no los hablo -tampoco «en la intimidad», que decía el otro- pero los entiendo bastante bien. De algún modo me reprochaba no hacer el esfuerzo de intentar hablar estas lenguas. El libro de Moreno Cabrera me ha hecho comprender que «entenderlas» es ya en sí mismo una habilidad lingüística importante, y una muestra clara de amor y respeto.

    En resumen, una de las cosas que más me atrae de este debate es que en cierta manera sirve para bajarle los humos a las «destrezas activas». En esta bitácora seguiré reivindicando siempre que pueda la dignidad de las «destrezas pasivas», del saber leer y comprender, del saber escuchar. Muy en la línea de Michael Lewis, al que he citado ya en varias ocasiones. Tengo la sensación de que hay que reequilibrar una balanza demasiado escorada hacia la «actividad» y la «tarea», demasiado escorada hacia la producción.

    Será mi espíritu funambulista.

    Un saludo muy cordial (y sin retranca), José Manuel.

  5. Muy de acuerdo con ambos y sólo añadir que la intercomprensión lingüística entre lenguas neolatinas es, como una vez me explicó el Presidente (ya fallecido) de Unión Latina, la forma más habitual de comunicación en Europa antes de establecerse la moda de ‘estudiar idiomas’ en los colegios y universidades. Y ya lo decia hace muchos años el lingüista suizo Calvet: «Para comunicarse no es preciso que las personas usen la misma lengua. Pueden hacerlo empleando la de cada quien si los otros la comprenden.»

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.