Termina una agridulce Semana Santa. A partir de hoy me declaro en posición de «resistencia clandestina».
Como le dije a la novia de David en la boda J. y N.: «El fútbol es una de las metáforas de la felicidad». Pero no… el fútbol es una metáfora de la vida… Por eso acabo estos 3 posts metafísicos de pascua con un gol de Makelele, ese gris centrocampista capaz de convertir el azar objetivo de un balón en un milagro ajustado al palo.
Y a partir de hoy, vuelta a la realidad, que esto es un blog profesional. se acabó la metafísica.
Makelele, dame tu secreto, haz tu milagro, dime que es posible: